En la primera parte del artículo de “Climas de intensidad” como
concepto introductorio se hizo especial hincapié sobre la importancia de
conocer los factores que intervienen en el rendimiento del futbolista y
que siempre se muestran a través de una interrelación entre los mismos,
es decir, desde una perspectiva global el aspecto físico está
relacionado con el psicológico, táctico, emocional, técnico, etc y así
sucesivamente los unos con los otros.
El hecho de no contemplar estos factores como conjuntos y sí por
separados nos hace entrar en debates y cuestionar detalles poco
relevantes a la hora de analizar el rendimiento de nuestros jugadores o
equipo, por ejemplo el análisis de una acción a balón parado en la que
hemos conseguido un gol, nuestro rematador consigue un mayor salto que
el defensa rival, el comentario fácil y reduccionista es “ha saltado
más, físicamente se encuentra mejor”, y la realidad puede ser que se
anticipa al rival (táctica-decisión) porque el movimiento está trabajo
con antelación (estrategia), está más concentrado y su capacidad de
atención y coordinación le ha hecho llegar y elevarse con el Timming
adecuado (psicológico-físico), conoce sus posibilidades en esa jugada y
sabe que su defensa sufre en esas acciones (emocional), etc.
En
definitiva, estamos apreciando que su rendimiento en ese momento puntual
del juego ha sido óptimo, ya entraremos en otros detalles, aunque por
nuestra condición entrará en más detalles el técnico del equipo que
recibe el gol.
Estoy convencido que la falta de una creencia mayor en la lógica interna
de los deportes colectivos es un motivo que frena que aún no veamos la
realidad del mismo y continuemos dejándonos llevar por los ideales de
preparación del deportista que compite a nivel individual. Los métodos y
paradigmas utilizados en los deportes individuales fueron transferidos a
los deportes colectivos como tal y ese es un lastre que aún llevamos
marcado, además no podemos obviar, que aunque no queramos, si los
resultados no son los deseados, nuestra mente manda una mirada a esos
métodos de la Europa del Este que tanto éxito han dado y dan en
gimnasio, atletismo y natación.
El entrenamiento deportivo en los deportes colectivos de
colaboración-oposición (fútbol) es muy diferente al de los deportes
individuales, la relación existente entre todos los que participan es
mayor y esto conlleva una cantidad muy alta de elementos y factores, los
cuales a veces por separado y otras en conjunto influyan en el
transcurso del juego en sí. No es lo mismo que en un pistoletazo de
salida un deportista corra por su calle (no interactúa con ningún rival)
que al silbato de inicio de partido tengas el balón y vengan 10 rivales
a robártelo. En deportes individuales prima la técnica y condición
física (percepción-ejecución) y en los colectivos el aspecto táctico
(percepción-decisión) cobra más importancia, sin olvidar los otros
(percepción-decisión-ejecución). Que importante es la toma de decisiones
en este deporte y desde jóvenes enseñamos a los futuros jugadores a
ejecutar sin decisión previa…
“El objetivo del entrenamiento semanal, principalmente, se centra en
llegar en las mejores condiciones a la más inmediata competición” si
esta es la realidad contextual del fútbol, la planificación no debe ir
más allá de una semana, a no ser que no compitas hasta dentro de más
tiempo por motivos de calendario o porque algún jugador no pueda
competir esa semana (sanción o lesión). Por lo tanto, ¿tiene algún
sentido planificar a medio o largo plazo?, ¿ya conoces las necesidades
físico-tácticas-psicológicas-emocional de tu equipo con 2 meses de
antelación?
Al desarrollar el diseño de entrenamiento en fútbol nos centramos en 2
tipos de tareas, tareas optimizadoras y tareas complementarias y en 2
tipos de jugadores, aptos y no aptos para competir.
Ejemplo tareas.
OPTIMIZADORA APTOS
OPTIMIZADORA NO APTOS
COMPLEMENTARIA APTOS/NO APTOS
La
complejidad del fútbol hace que su entrenamiento sea una ciencia con
pocas certezas en la que todo los que planteas tiene una alta
relatividad, al fin y al cabo el resultado en la competición es lo que
acapara el grado de éxito y fracaso en tu trabajo. Capacidades como la
de adaptación, flexibilidad, originalidad, variedad se tornan vitales
para sobrevivir en este monstruo social y tener unos ideales, criterio,
filosofía, profesionalidad, actualización y conocimiento son las bases
para mantenerte dentro del mismo, siempre dotando de coherencia al
proceso de entrenamiento dentro del juego.