viernes, 22 de febrero de 2013

¿ERES COMO LA ZANAHORIA, EL HUEVO O EL CAFÉ?

Una joven fue a ver a su padre para contarle lo difícil que le resultaba sobrellevar los problemas cotidianos a los que se enfrentaba día a día, parecía que cada vez que solucionaba un problema, aparecía otro nuevo. 

Su padre, chef de profesión, le dijo que le acompañara a su trabajo, ella aceptó y sin decirle nada dentro de la cocina llenó 3 recipientes con agua y los colocó sobre el fuego, cuando comenzó el agua a hervir, colocó en uno una zanahoria, en otro un huevo y en el último granos de café. Los dejó hervir sin decir nada. 

A los veinte minutos, apagó el fuego y su hija que estaba impacientemente esperando, vió como colocó la zanahoria en un tazón, el huevo en un plato y coló el café en un vaso. Mirando a su hija le dijo: "querida, ¿qué ves?". 

"Zanahoria, huevos y café", fue su respuesta. La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego pidió que rompiera la cáscara del huevo, y observó que estaba duro. Luego le pidió que probara el café, sonriendo mientras disfrutaba de su rico aroma. Humildemente su hija le preguntó: ¿Qué significa esto, papá?".

Él le explicó que los tres elementos se habían enfrentado a una misma adversidad: agua hirviendo. Pero habían actuado de forma muy diferente. La zanahoria llegó al agua fuerte, dura; pero despues de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer. El huevo había llegado al agua frágil, su cáscara fina protegía su interior líquido; pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido. El café sin embargo era único; después de estar en agua hirviendo, los granos habían cambiado el agua. 

"¿Cuál eres tú?", le preguntó a su hija. Cuando la adverisdad llama a tu puerta, ¿cómo respondes?¿Eres una zanahoria que parece fuertte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza? ¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable, pero después de un revés te has vuelto dura y rígida? 
¿O eres como el café? El café cambia el agua hirviente, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebulición el café alcanza su mejor sabor. Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor tu reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alerededor mejoren. 

Y TU, ¿CUÁL DE LOS TRES ERES?